La importancia de la Fiscalización Parlamentaria
Por. Juan Sheput
No se puede negar que este Congreso ha tenido dos logros importantes en las últimas semanas. Uno, aquel que tiene que ver con el archivamiento del Proyecto de Ley presentado por el Ejecutivo, que planteaba un referéndum preguntando a la ciudadanía si quería una Asamblea Constituyente y, dos, la elección de seis magistrados del Tribunal Constitucional, rompiendo la hegemonía y manejo del ente interpretador de la Constitución por parte del progresismo autodenominado caviar. Siendo innegables estos logros tampoco hay duda que el Congreso sigue flaqueando en el área de control político. Veamos por qué. Se ha presentado hace poco ante el pleno del parlamento el presidente del consejo de ministros Aníbal Torres, con su vocación pintoresca y su afán de espectáculo. Fiel a su estilo retó a debatir al congresista Roberto Chiabra acusándolo de gritón. Chiabra respondió el reto, asumiéndolo, con lo cual no hizo sino pisar el palito. Lo que corresponde, políticamente, no es buscar el aplauso de las tribunas sino ser eficaz y para ello se le debe ignorar las tonterías que diga Torres y trabajar, colectivamente, en su censura. Lo demás es simple espectáculo y distracción sin sentido. De otra parte, también en la misma semana, Zamir Villaverde dio un par de declaraciones que estremecieron los cimientos de Palacio de Gobierno. Señaló que tenía pruebas contundentes sobre el fraude electoral que se habría suscitado en las elecciones generales del 2021, perjudicando a Rafael López Aliaga y Keiko Fujimori. Ante la Comisión de Fiscalización del Congreso mencionó a otros individuos que habrían participado directamente de este fraude, materializándolo, entre ellos al exalcalde de Huaraz, Vladimir Meza. Lo lamentable es que, hasta la fecha, en lugar que la comisión de fiscalización se declare en sesión permanente, todo parece indicar que el Congreso entrará en receso por la Semana de Representación, es decir, en este interregno todo se enfriará y dará oportunidad a los involucrados a que preparen sus coartadas y defensa. La eventual censura contra Aníbal Torres se puede caer y las investigaciones pueden entrar en modo rutinario, peligrando inclusive el principal involucrado, Zamir Villaverde. Actuar de esta manera es actuar para Pedro Castillo. La denuncia por fraude electoral contra el presidente y su entorno constituye una suerte de bomba con efectos imprevisibles. No solo se trataría de los resultados presidenciales sino también del beneficio obtenido en las curules parlamentarias. Esto tiene que ser aclarado, pero para que eso suceda el Congreso tiene que actuar al nivel de las exigencias y urgencia que el Perú reclama. Si Pedro Castillo ganó con Fraude no puede continuar ni un minuto más al frente del país.