Gremios periodísticos recordaron a los “Mártires de Uchuraccay”
Con motivo de recordarse 42 años de los “Mártires de Uchuraccay” el Colegio de Periodistas Filial- Apurímac, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú – filial Apurímac y la Federación de Periodistas de Apurímac, ayer domingo 26 de enero realizaron póstumo homenaje a los ocho periodistas que fueron ultimados en las alturas de Uchuraccay (Ayacucho) en 1983. La actividad conmemorativa inició con el izamiento del Pabellón Nacional en la Plaza de Armas de Abancay con participación de los representantes tres gremios periodísticos, luego una Misa de Honras en la Catedral de la ciudad. La actividad programa da continuó con la entrega ofrendas florales al pie del busto de José Carlos Mariátegui en el Parque del Periodista. El presidente de la ANP Filial Abancay Javier Ustúa Camacho, en su discurso recordó la muerte de los periodistas en Uchuraccay, dijo: “Tenemos que estar al lado de la ciudadanía para defender sus derechos, nadie puede intimidar la labor periodística, por eso la hermandad y la unidad nos hará grandes y sólidos frente a los acontecimientos ocurridos”. Además, durante la ceremonia, puntualizaron que todos los periodistas y comunicadores deben informar a su audiencia basado en la realidad de los sucesos, y no con simples trascendidos o por venganza hacia las autoridades por temas publicitarios, de tal manera evitar posibles cartas notariales, seguido de querellas, que desprestigian a los involucrados. Como es de conocimiento, un 26 de enero de 1983 fueron asesinados los periodistas Eduardo de la Piniella (Diario Marka), Jorge Sedano (Diario La República), Amador García (revista Oiga), Luis Mendívil (El Observador), Félix Gavilán (Diario de Noticias de Ayacucho), Pedro Sánchez (Diario Marka), Octavio Infante (Diario Marka) y Willy Retto (El Observador), así como su guía, Juan Argumedo, y el comunero Severino Huáscar Morales. Ellos iban a cubrir información sobre enfrentamientos entre fuerzas del orden contra terroristas de Sendero Luminoso que habían dejado varios muertos en la zona. La masacre de los hombres de prensa sigue siendo uno de los más dramáticos episodios de nuestra historia reciente. Para los periodistas y comunicadores del Perú constituye una herida que no se cierra y una fecha de especial relevancia y recuerda la labor y riesgos de los periodistas en busca de la verdad.
