Familias visitaron El Santuario del Señor de Illanya
Con mucha fe, arrepentimiento y devoción, gran cantidad de feligreses abanquinos y de otros lugares de la región Apurímac, visitaron llevando flores, palmas, velas, inciensos, entre otras cosas, el Jueves Santo y Viernes Santo a la Capilla del Señor Justo Juez de Illanya en la parte baja de la ciudad. Las actividades litúrgicas iniciaron el Jueves Santo en la tarde a donde gran cantidad de fieles llegaron en vehículos, otros peregrinaron a pie por el camino antiguo para participar de las plegarias y velada que se acostumbra año tras año en esa parte baja de la ciudad de Abancay. El Viernes Santo, la ceremonia litúrgica inició muy temprano con Santa Misa y Procesión del Señor Justo Juez de Illanya, cargada por fieles devotos y acompañada por los presentes en el contorno de la Iglesia, hasta donde gran cantidad de feligreses acompañaron entre cánticos, oraciones y paradas en lugares estratégicos. Como se sabe, la Semana Santa como en otros lugares del país y del mundo, es el momento de reflexión, así como el recuentro con las familias y ciudadanos con señales de arrepentimiento, recordando la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, el Salvador de la humanidad quien murió en la cruenta cruz del Calvario demostrando ese amor hacia nosotros. En esta actividad religiosa, abundó negocios por doquier, todo relacionada a la Semana Santa, entre venta de palmas, crucifijos, adornos, látigos, entre otros que fueron adquiridos por las familias. Hubo también gran cantidad de peregrinos o personas en situación de pobreza que tocaban sus repertorios a cambio de unas propinas, en donde los visitantes muy amablemente compartieron de lo poco que tuvieron. GASTRONOMIA INFALTABLE La municipalidad de Abancay en coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura, entre otras instituciones, organizaron gastronomía en el patio de la casona de Illanya, que fue bastante concurrida por los presentes, así como en otras pensiones que expendieron abundante comida, chicha, maicillos, frutas, prendas, ambulantes por doquier y presencia policial que resguardó el orden y tranquilidad a los presentes. Cabe indicar, en comparación de años anteriores, estuvo más organizada y ordenada los negocios, que dieron facilidad para el desplazamiento de la Procesión, Tampoco ingresaron los vehículos hasta el mismo lugar, es decir la organización por parte de la municipalidad estuvo a la altura de las circunstancias, sin suscitarse ningún percance en el desarrollo de las actividades litúrgicas.