Cargontes divirtieron en tradicional octava del Niño Rey en Abancay
Luego de una misa celebrada en la Catedral de la ciudad de Abancay, con la organización y participación de cargontes de la familia Alfaro Carpio, así como los danzantes de Negrillos se desarrolló la tradicional actividad octava del “Niño Jesús de la Espina” en los exteriores de la catedral. Las divertidas y entretenidas danzas de los negrillos alegraron a familias abanquinas que siguieron atentos el homenaje que rendían los negrillos a la venerada imagen, con su propia coreografía y personajes con las indumentarias características de la fiesta religiosa. Como ya es una costumbre en Abancay, luego de la celebración, el cargo es transferido a una nueva familia que se encarga de su vestido, cuidado y preparativos de la fiesta para el siguiente año, además de compartir con los presentes, finalmente protagonizan una fiesta generalizada en domicilios. Según el relato, el “Niño Jesús de la Espina” o llamado también “Niño Manuelito”, se trata de la historia de un pequeño pastor que gustaba jugar con otros pastores. Aconteció que un día uno de estos niños rompió en llanto porque una espina se le había incrustado en el pie, el pastorcito al ver a su amigo llorar, cogió una espina y se la clavó en su propio pie, diciéndole al mismo tiempo “no llores yo también tengo otra espina”, cuenta la historia, que es repercutida en otros lugares de Apurímac.