Caminos del Inca: 8 tripulaciones apurimeñas nos representarán en CDI 2024
La competencia automovilística más importante del país, esta a punto de iniciarse el 17 de octubre, con participación de más de 60 coches debidamente inscritos. Por Apurímac confirmaron su participaciòn ocho grandes corredores, siendo la mayorìa de ellos de Andahuaylas, Uripa y Abancay. • 734 Richard Palomino - Juan Pedro Cilloniz (Andahuaylas) • 724 Ronmel Palomino - Gustavo Medina (Andahuaylas) • 750 Rolynd Juárez - Roland Laurante (Andahuaylas) • 627 Rosmel Chumpe - Reynaldo Chumpe (Abancay) • 550 Mandela Rivera - José Rivera (Talavera) • 586 Jeff Gavancho - Maicol Silvera (Andahuaylas) • 298 Alfredo Peralta - Josmell Peralta (Huancarama) • 294 Antonio Ortiz - Darwin Cavero (Uripa) Además, de ellos resaltar la participación del Navegante abanquino Percy Salcedo quien acompaña a Celestino Garrido en la Camioneta de Fotón #596. Cada año, desde 1966, el Inca despierta en las rutas peruanas, trayendo consigo la tradición del Gran Premio de Carreteras. Es la prueba reina del calendario automovilístico nacional y el único evento deportivo que, literalmente, recorre las venas del país. Este 17 de octubre, la carrera dará inicio a su quincuagésima segunda edición, cargada de historia, adrenalina y desafíos. “Caminos del Inca es una prueba que marca la vida de todo piloto. Hay un antes y un después cuando la ganas”, solía decir Raúl Orlandini Dibós, cinco veces campeón de la competencia. Enfrentar esta carrera de resistencia no solo implica acelerar a fondo; se trata de dominar la estrategia, gestionar el desgaste mecánico y psicológico, y adaptarse a las cambiantes condiciones de las rutas peruanas. Esta combinación ha transformado a Caminos del Inca en mucho más que una simple carrera: es una leyenda viviente. Con los años, la carrera ha evolucionado, adaptándose a las transformaciones en las rutas. Atrás quedó su carácter de prueba circular, que partía y terminaba en Lima. Hoy, el recorrido se ha renovado, comenzando en Canta y culminando en Arequipa, cubriendo un total de 2,101 kilómetros, de los cuales 1,484 son cronometrados. Cada tramo será decisivo, y no solo para los aspirantes al título general. La Copa Clásicos premiará al mejor vehículo fabricado antes de 1996, mientras que los pilotos de Tracción Simple y aquellos mayores de 54 años tendrán sus propias categorías en disputa (Copa Masters). Estos detalles enriquecen aún más la carrera, otorgándole un carácter único en el automovilismo moderno. Lo que distingue a Caminos del Inca de otras competencias es su imprevisibilidad. A diferencia de décadas pasadas, cuando un piloto podía dominar por años, las últimas siete ediciones han visto ganadores distintos: Tommasini en 2015, Navarro en 2016, Orlandini en 2017, Richard Palomino en 2018, Alayza en 2019, Ronmel Palomino en 2022 y Fuchs en 2023. Las épocas de hegemonías prolongadas, como el tricampeonato de Orlandini Dibós (1992-1994) o los reinados de Jochamowitz (1998-1999) y Chachito (2000- 2002), parecen haber quedado en el pasado. Pocas competencias en el mundo recorren ciudades enteras, retando tanto a máquinas como a pilotos a sobrevivir el implacable camino. Este Gran Premio es un último baluarte, una afrenta a los desafíos que, al final, premia solo a aquel que logra erigirse como el verdadero Inca. Por Daniel San Román en El Comercio