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Recordando a los ancianos de Apurímac y el Perú
Publicación: viernes, 26 de agosto de 2022

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Recordando a los ancianos de Apurímac y el Perú

Recordando a los ancianos de Apurímac y el Perú

Así es amigos. En el Día de los ancianos que se recuerda el día de hoy viernes 26 de agosto; ofrezco el presente comentario, que lo hago con todo cariño para las personas de la tercera edad que peinan canas, varones y mujeres por igual para que se sientan recordados y no olvidados porque todos los humanos sin excepción vamos a llegar a esa etapa de la vida. Efectivamente el día de mañana sábado se conmemora el Día de los Ancianos en general, varones y mujeres. Con este singular motivo, los ancianitos que viven en los Asilos, recibirán la visita de instituciones benefactoras llevándoles alegría siquiera por unas horas, asimismo nuestros sacerdotes celebrarán sendas misas de salud constando con la presencia física de ellos, como todos los años en Abancay. El jueves pasado varios periodistas visitamos el Hogar de Ancianos de Abancay con el permiso de Madre María Mercedes que es la directora y entrevistamos a las abuelitas y abuelitos, pero con un poco de sana picardía: - Abuelita ¿cuántos años tiene a la fecha? - Noventa años. - Pero su DNI dice que tiene 98 años. - Y eso qué importa, ustedes los periodistas siempre preguntones, deben saber que las mujeres nos hemos distinguido por ocultar un poquito los años, es parte de nuestra vanidad. Un comprendido y cambio. En este aspecto estoy completamente de acuerdo con la abuelita, porque algunas damas cuando llegan a cierta edad, por decir a los 40, de allí no pasan gracias al auxilio de los cosméticos y de la cirugía plástica que disimulan las inclemencias del tiempo y por el contrario retroceden a tal punto que en veces resultan siendo menores que sus hermanas menores-valga la redundancia- ó en otros casos resultan siendo mayores de su hija mayor en tan solo 5 años. Cosas de la vida amigos, cosas de las damas de la tercera y cuarta edad. Bueno... Hay cositas que endulzan la pluma para seguir comentando y comentando, en esta vez trataré de frenar mis impulsos para seguir por la ruta trazada. Hablaba de nuestros viejitos y viejitas que han colgado los chuzos y los guantes para siempre, es decir que se han jubilado en lo que es la razón de esta vida después de haber cumplido con su familia, más propiamente con su descendencia, quedando solamente la etapa de la nostalgia recordando los tiempos idos y no volvidos. Pero analizando con un poco más de calma, veremos que los venerables ancianos y ancianas con sus 80, 90 y 100 almanaques de vida, cuando eran jóvenes, cuando estaban con todas sus energías, cuando estaban en la etapa del soltero, seguramente habrán escrito páginas de aventuras capaces de poner celosos a Rodolfo Valentino, a Barba Azul, a los jeques árabes propietarios de 20 esposas legítimas y 100 concubinas; habrán escrito páginas de amor inéditas a la fecha y lo seguirán mientras ellos los guarden en su cofre íntimo de recuerdos. Esto, por un lado, por el otro, así como hay venerables ancianos y ancianas que tienen la suerte de recibir atenciones y cuidados recluidos en los Asilos, atendidos en su generalidad por religiosas que por su misma vocación hacen posible la supervivencia de esos parías, de quienes nadie recuerda aun teniendo parientes en algunos casos, porque tal vez para ellos constituye una carga por falta de recursos económicos o por falta de una persona que pueda prodigarles cariño y atenciones. A estos ancianos en particular y también a los que tienen la suerte de contar con el calor de la familia, les recuerdo con el presente comentario para que no estén ignorados, pues algún día nos tocará también el turno de usar bastón y de caminar doblado por el peso de los años, y a nadie varón ó mujer le gustaría el olvido y falta de cariño de los familiares.

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    Chaski
    EDITOR