Limpios y livianitos
Así es amigos. Abancay está limpio y livianito porque bajó de peso. Por favor no sean mal pensados, lo cierto es que Abancay bajó de peso por obra y gracia de la Semana Santa que a decir verdad nos ha hecho mucho bien a los pobladores, pues se ha notado un cambio sustancial en ellos que ahora se ven más solícitos, cariñosos y afables. El vecindario está comentando bastante por la enorme cantidad de fíeles que participaron en los oficios religiosos de Semana Santa, empezando con la Procesión del Lunes Santo, la Procesión del Santo Encuentro, los oficios religiosos por el Jueves Santo, igual con la Procesión del Viernes Santo. En las Santas Misas celebradas y concelebradas, como nunca, los varones adultos y de toda edad hicieron su cola para comulgar y recibir al Señor y de esta forma poder tener una reservación para entrar al reino de los cielos sin escalas cuando toque el tumo de viajar en hombros de la collera rumbo al barrio residencial de Condebamba. Las contrapartes también estaban pegadas a los confesionarios para poder librarse de sus culpas, de los colerones que nos pegan todo el año, de las tarjetas amarillas y rojas que sacan sin motivo justificado, simplemente por el hecho de «mojar» y de hacer salir de sus casillas a nuestra santa paciencia. No faltaron tampoco esposos que se acercar confesionario la noche de Santo, saliendo doblados en 4 por seguramente las penitencias tienen un peso enorme, no era para menos, cada vez que contaba sus pecadillos los sacerdotes saltaban un metro espantados y horrorizados. Ver a esos caballeros que se confesaron la noche del Jueves Santo, era un cuadro tierno y conmovedor. Pobres hijos de Dios que le den 3 vueltas al Santo Rosario para vi libres de culpa y pena. Como repito, a raíz de haberse liberado de los pecados y pecadillos, Abancay está limpio y livianito, porque no solamente los casaretos hemos comulgado, también los solteros y solteras, hasta los niños y lógicamente los abuelitos, abuelitas que casi terminan con la producción de la Santa Hostia. Los de la collera, como dije en anterior comentario, a las justas aguantaron la abstinencia del trago hasta el sábado de Gloria, haciendo amargar a nuestro Señor Jesucristo, aunque en cierta medida puedo afirmar que se amargó de a verdad porque desde el amanecer de todos los días de Semana Santa ¡os «congresistas guayacoles y algunos niños consumieron sus raciones de «combis» hasta por los devengados. Lo cierto es que Tata Dios ha visto en nosotros los pobladores abanquinos, que en Semana Santa nos hemos recogido espiritualmente cualquier cantidad, hasta personas que nunca iban a Misa han comulgado, caballeros que nunca se arrodillaron ni ante sus contrapartes, esta vez lo han hecho con humildad franciscana y con verdadera fe cristiana,, exteriorizando su remordimiento por los pecadillos que este mundo cruel nos sirve de camada o anzuelo, como cuando el demonio le hizo comer la fruta prohibida a nuestro común abuelo Adán en el Paraíso Terrenal. Por lo demás, como repito, desde el sábado de Gloria con algún temor por la calentura de papá Dios, las agüitas menudearon aunque ya no en las cantidades de antes, porque á decir verdad, de ahora en adelante para pedir la ruedita hay que pensarlo 10 veces. Preferible engrosar la fila de los gorrioncillos de pecho amarillo que a la hora de pedir su tanda se van al baño o se duermen. Aunque la gente mire y diga lo que diga, preferible cambiar de equipo pasando al bando de los que toman agüitas SINGAS. Tal vez convendría aprender también la técnica de los músicos guitarristas, organistas, quenistas, charanguistas y pianistas, que a las reuniones van con su instrumento bajo el brazo para amenizar la juerga a gusto y exigencia de los GASTONES, porque tos gastones, cuando estamos con unas 3 ó 4 agüitas adentro, a los músicos les ponemos su cajatambo para que sigan tocando y cantando, porque la música es parte de la vida. Por lo demás, como repito, ha habido cualquier cantidad de golpes de pecho de los que han rezado el Yo Pecador, cumpliendo la penitencia que los sacerdotes les han endilgado por haberse hecho chotear en conducta, porque según me ha informado mi servicio de inteligencia. Estos dueños del mundo, dice que le han hecho el avión a nuestros Obispos Gilberto e Isidro en la misa del Jueves Santo, comulgando hasta 5 veces, poniéndose en la cola una y otra vez aprovechando la tremenda clientela de comulgadores, por eso me dicen mis «tirantes» informadores, que los dueños del mundo abanquino están limpiecitos y livianitos, como lo está también toda la feligresía, pues, por Semana Santa, todos o por lo menos casi todos, hemos limpiado nuestros cuerpos y nuestras almas por dentro y por fuera