La antipática gripe
Así es amigos, Con el frío invernal de estos últimos días que viene acompañado de lluvias persistentes obligando a los pobladores a sacar las chompas de los roperos, la antipática gripe está visitando los hogares abanquinos. Como en propagandas por televisión, cada vez que alguien golpea la puerta, una voz amiga se deja escuchar dulcemente. No abra, puede ser la antipática. Pero esto de no abrir la puerta puede traer sus consecuencias, pues no vaya a pasar como el otro día. Pum - pum golpearon la puerta y el esposo se dirige a su contraparte: No abras hija, puede ser la antipática. Pero que pasó, resulta que la persona que golpeó la puerta no era la antipática, sino más bien, un deudor del dueño de casa que había sido prestatario y venía precisamente a pagar su cuenta con los intereses y todo. Cuando el prestamista dueño de casa se enteró de la equivocación casi se muere, le empezó a dar pataleta y dirigiéndose a su contraparte exclamo. Maldita sea mi suerte, de hoy en adelante así sea la antipática quien golpee la puerta, esta debe abrirse inmediatamente sin dudas ni murmuraciones y bajo responsabilidad, porque si este fatal accidente se reprisa me puede dar infarto, ahora que necesitamos dinero. Cosas del destino mis amigos, cuando la antipática se propone jugar con los terrícolas abanquinos. Por el tremendo frío de esta temporada, un amigo solterón que estaba haciéndole el avión a su centro de trabajo con certificado médico de favor, para ver en casita los partidos de fútbol de las CLASIFICATORIA al mundial Qatar 2022, -dicen- que escuchó el clásico pum - pum en la puerta y al mismo tiempo la voz amiga que decía: No abras la puerta, puede ser la antipática. Resulta que realmente no era la antipática, sino más bien una simpática que lo visitaba para... para ver el partido de fútbol Perú - Australia en televisión a todo color, en vivo y en directo. Cosas de la antipática mis amigos. Resulta que un conocido millonario no creía en la antipática ni ocho cuartos. Dicen sus vecinos, que el otro día estando solo en casa viendo el partido de fútbol entre Perú y Australia, porque la familia se fue a atender el negocio, escuchó el clásico pum - pum en la puerta, convencido de que era la antipática y no le tenía miedo, con voz sonora exclamó: - Pase adelante. En estas circunstancias se aclaró el panorama, no era la antipática ni la simpática, eran dos sambos egresados de Lurigancho, uno de ellos con filuda chaveta y el otro con revólver, que al mismo tiempo le dijeron suavemente al oído: - Mí querido viejo, la plata o vida. Cosas de la antipática mis amigos, todo por culpa de este frío inusual, no solamente en nuestro valle primaveral sino en todo el país, que según opinión de este humilde pecho, es que al Planeta Tierra le ha llegado la etapa de la menopausia.