Empleo cayó 6% en Apurímac en 2023
Al cierre del 2023, el mercado laboral en el Perú se vio afectado por la recesión económica, en un contexto en el que la calidad de los puestos de trabajo se ha deteriorado y la alta inflación redujo la capacidad adquisitiva de las familias. 2.En Apurímac, el número de trabajadores al cierre del 2023 ascendió a cerca de 283 mil. Si bien dicha cifra es mayor al nivel prepandemia en 6.1%, representa una caída de 2.3% respecto a fines de 2022. De esta manera, el empleo en la región retrocedió en el 2023, con lo cual se perdieron más de 6 mil puestos de trabajo. 3.A nivel sectorial, la caída del empleo se explicó en gran medida por el menor número de trabajadores en los sectores comercio y construcción, en los que se perdieron en conjunto 7 mil puestos. Ello habría respondido al menor dinamismo del consumo y de la inversión, tanto privada como pública. 4.Otros sectores que ocasionaron menores niveles de empleo son la minería, manufactura y el agro, con casi 5 mil trabajos perdidos en total. Estos retrocesos fueron contrarrestados por el mayor empleo generado en sectores de servicios, con 5 mil nuevos trabajadores. 5.El nivel de informalidad en la región se incrementó de 87.6% en 2022 a 89.2% en 2023. Dicha cifra no solo es bastante mayor al promedio nacional (73.9% en 2023), sino que también super a la tasa de informalidad prepandemia de Apurímac (85.4% en 2019). 6.Los niveles persistentemente altos de informalidad laboral en Apurímac responden a la alta informalidad de sectores como el agropecuario, el cual concentra casi el 60% del empleo en la región y es informal en su totalidad. Esto debido a que la agricultura es principalmente de subsistencia. 7.Frente a la mayor precarización del empleo en Apurímac, los ingresos de los trabajadores -ajustados por el efecto de la inflación- cayeron 4% entre el 2022 y 2023. Así, en el 2023, un trabajador apurimeño promedio percibía un ingreso mensual de alrededor de S/1,800, cifra muy similar al salario promedio a nivel nacional. 8.El crecimiento económico esperado para el 2024 (3% según el IPE) impulsará la recuperación de los empleos perdidos durante el año pasado. No obstante, según el Banco Mundial, el desafío en el Perú no radica tanto en la generación de empleos, sino en cómo en mejorar la calidad de los puestos de trabajo. Para ello, la colaboración de una mayor inversión privada podría elevar los niveles de productividad regional, resultando en mejores empleos e ingresos para los apurimeños.