“Control Remoto”
Así es amigos. Con bastante frecuencia escuchamos y e leemos en revistas y periódicos, frases como éstas; «Sondas a espaciales sacan fotografías e de la superficie de Venus por control remoto», “Una explosión ha sido provocada por control remoto”, «Avión espía sobrevoló territorio de la Cochinefelna y detectó bases de lanzamiento de cohetes teledirigidos», y la última, «Robot se posa en la superficie del planeta Marte por control remoto», y así por estilo, tantísimas oportunidades de pronunciar esa frase simpática. Aquí en Abancay mis amigos, esta frase es bastante usual, es pan del día -sí cabe el término pero no refiriéndose necesariamente a logros científicos, sino más bien cuando entre la collera, estando en una reunioncita de confianza, de repente nomas, aunó del grupo le empieza a oscilar la oreja y zumbarle el oído: Oye Carlos, tu control remoto está funcionando. Así es amigos, sobre marcha los de la collera nos damos cuenta que el temblorcito de la oreja se va generalizando en todo el cuerpo, hasta la lengua entra en el cuento, acompañado de un cambio súbito de color en el rostro, de lo chaposito que es, repentinamente adquiere un semblante igual a los «carapálidas»; entonces es cuando el infeliz - tartamudeando- pide permiso para ir al baño y con ese pretexto desaparece del escenario hasta el próximo viernes, fecha que lo vemos con el ojo vendiendo manzana verde y unos arañazos en el cuello que ya parecen canales de irrigación. Después de un conversado íntimo con el agraviado, nos enteramos que su contraparte Je había hecho «pequeñas caricias», por el simple hecho de no haber picado tarjeta para estar con su collera. Ese era el premio a su malcriadez, a su mala costumbre de olvidar pedir permiso y visto bueno respectivo. Cosas de la vida mis amigos, que en este mundo cruel, que en este valle de lágrimas reine todavía la dictadura del matriarcado. No obstante que tratamos de estar en un proceso democrático, la contraparte es la que quiere llevar los pantalones bien rayados, perdón... los pantalones bien puestos, que por culpa de los saco-largos, se ratifica la institucionalización de la Humilde Unión de Maridos Oprimidos “HUMOS”. Por acuerdo tomado en la última reunión de alto nivel entre mi collera, se ha convenido recordar a los integrantes, no olvidarse de picar tarjeta, porque sinceramente nos duele verlos manejados hasta por control remoto.